All's Fair, cuando la moda se convierte en protagonista
Hace unos días, 'All’s Fair' llegó a Disney+ y no puedo dejar de hablar de algo que, más allá de la trama y los giros narrativos, me ha atrapado desde el primer capítulo: el vestuario. Porque, seamos sinceros, en una serie donde los personajes se mueven entre oficinas de campaña política y fiestas glamurosas, la ropa no es un simple complemento: es protagonista.
Con Kim Kardashian y Naomi Watts liderando el reparto, cada look está pensado como un personaje más dentro de la serie, y el resultado es un auténtico espectáculo de estilo.
Lo primero que llama la atención es cómo los outfits reflejan perfectamente la personalidad de cada protagonista. Mientras Naomi Watts deslumbra con trajes estructurados, blazers de corte impecable y tonos neutros que transmiten poder y elegancia, Kim Kardashian apuesta por piezas más atrevidas y sensuales que combinan la modernidad con la sofisticación. Cada conjunto parece decir algo sobre el personaje incluso antes de que pronuncie palabra.
Me encanta cómo la serie juega con la mezcla de lo clásico y lo contemporáneo. Las chaquetas estructuradas conviven con pantalones de tiro alto y sneakers sofisticados; los vestidos de noche parecen sacados de un editorial de revista, pero nunca pierden naturalidad. Es evidente que el equipo de vestuario ha entendido que la moda en pantalla no solo debe impresionar, sino también sentirse real, accesible y aspiracional.
Otro detalle que me tiene fascinada es la paleta de colores. Desde tonos neutros que transmiten seriedad y profesionalismo hasta estampados vibrantes que rompen con la rigidez de la política, cada capítulo es un festival visual cuidadosamente calibrado. Y sí, confieso que más de una vez he pausado la serie solo para observar con detalle los zapatos, los bolsos y los pequeños guiños estilísticos que hacen que todo cobre sentido.
Además, 'All’s Fair' demuestra cómo la moda puede ser una herramienta de narrativa y poder. Cómo un personaje pasa de un look sobrio a uno audaz y cambia por completo la percepción de los demás es simplemente brillante. Es un recordatorio de que la vestimenta no es solo estética: es storytelling, actitud y carácter concentrados en un outfit.
En definitiva, si la química entre la Kardashian y Sarah Paulson ya hace que la serie sea imperdible, el vestuario termina de conquistar al espectador. 'All’s Fair' no solo entretiene, sino que también es un manual de estilo en clave dramática, lleno de inspiración para quienes aman la moda y la narrativa visual.












