La obligatoria baliza de geolocalización V16
La última vez que pinché una rueda del coche en una autovía, hace unos tres meses, la sencilla acción de poner el triángulo de emergencia a 50 metros resultó toda una experiencia de riesgo, debido a las condiciones propias del tráfico del momento (el día, la hora y el lugar). Hacía demasiado tiempo que no me ocurría. De entrada, me enteré de que en las autovías está totalmente prohibido cambiar la dichosa rueda, so pena de rascarse el bolsillo. Mi reconocida ignorancia me ha motivado a ponerme al día en otros asuntos de la circulación.
El próximo 1 de enero de 2026 entra en funcionamiento la baliza con geolocalización V16 y todavía hay un montón de conductores que no se han hecho con ella. Cuánto más pregunto, más larga es la lista de "la compraré un día de estos". Será obligatorio utilizarla al detener el vehículo en carretera por avería u otras incidencias. No hacerlo conllevará una multa de 200 euros. Los triángulos de emergencia utilizados hasta ahora pasarán a mejor vida.
España será el primer país en utilizar este nuevo sistema de alerta, con el que se pretende reducir el número de atropellos, entre 20 y 25, que se producen cada año en nuestras vías de circulación cuando los conductores que han sufrido algún tipo de rotura en sus coches salen de ellos. "Yo no digo que todos los atropellados fueran a colocar el triángulo, pero cualquiera que se haya bajado del coche a colocarlo sabe que es peligroso", ha dicho esta semana Pere Navarro. El director general de Tráfico ha reconocido, de paso, que no hay ningún estudio nacional o internacional que avale que el dispositivo V16 garantice mayor seguridad que el denostado triángulo de emergencia.
A pesar de ello, ya no hay vuelta atrás, en pocas semanas los cerca de treinta millones de vehículos que circulan por las carreteras españolas deberán llevar el nuevo aparato. Hace casi cuatro años que el Gobierno aprobó el cambio del dispositivo de preseñalización de peligro. Tiene un precio mínimo de unos 35 euros y debe estar homologado por la DGT. Su duración prevista es de doce años. Y como es habitual en este país, un buen número de conductores ha dejado la compra para el último momento, así que ojo con los timadores de turno, que al parecer ya están haciendo el agosto en pleno diciembre.
Los más desconfiados y agnósticos (sólo hay que echar un vistazo a las redes sociales) se preguntan quién va a hacer negocio con esta nueva obligación legal. Lo cierto es que, como es habitual, la inmensa mayoría de los aparatos se han fabricado en China... Y cumpliendo con la tradición, el Estado también engordará sus arcas porque el IVA de todos los V16 ya sabemos a dónde va a parar. El ciudadano paga y Hacienda, como es tradición, se lleva el pellizco correspondiente.
La baliza V16 homologada, al activarse, envía una señal de localización a la aplicación DGT 3.0, con lo que el vehículo aparece en los sistemas de control de Tráfico. Se coloca encima del exterior del techo del vehículo para que su luz, con exposición de 360 grados, la puedan ver el resto de conductores con suficiente antelación (de noche seguro que más que de día).
En caso de que se produzca ese percance que ningún conductor quiere que suceda, habrá que seguir avisando al seguro para que nos envíe la oportuna grúa que nos libere del apuro. Con la nueva norma viene también la recomendación de que, una vez realizado todo el protocolo, nos quedemos dentro de vehículo, algo que personalmente no tengo nada claro porque deberá ser según la circunstancia de cada situación. Lo que sí es posible que pueda ocurrir es que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico más cercanos se pasen por el lugar, en caso de que los haya y no tengan otra ocupación prioritaria en ese momento.
La seguridad en la carretera es lo más importante para cuantos utilizamos coche. Y también para los que no lo hacen. Cualquier medida que la mejore, bienvenida sea. En este caso, los españoles seremos los conejillos de indias de un sistema que se pretende exportar a otros países, tal y como ha se destacado en repetidas ocasiones desde Tráfico. Ojalá todo sea por el bien de esa seguridad, aunque soy de la teoría de que la DGT debería llevar una buena temporada informando más y mejor sobre esta novedad en la circulación viaria. ¿O es que también la autoridad competente en la materia ha dejado la pedagogía para el último momento?




